La violencia de las pandillas se adueña de Haití, estas son las claves
Las bandas criminales que controlan Puerto Príncipe atacan desde hace día las comisarías, prisiones y tribunales.
La crisis de violencia en Haití , que ya ha expulsado desde hace años a miles de personas de este territorio, ha empeorado en los últimos días. Las bandas criminales, que controlan la mayor parte de la capital, Puerto Príncipe, y las carreteras que conducen al resto del territorio, atacan desde hace varios días comisarías, prisiones y tribunales. Las pandillas y una parte de la población exigieron la renuncia del primer ministro, Ariel Henry , que está fuera del país.
El lunes, el Consejo de Seguridad de la ONU pidió a todos los actores políticos de Haití que lleven a cabo "negociaciones serias" para "restablecer las instituciones democráticas del país". También exhortó a "las bandas armadas a cesar inmediatamente sus acciones desestabilizadoras". El origen de la crisis haitiana "Las pandillas son un fenómeno de larga data en Haití. Están vinculadas a una tradición de grupos armados no estatales que se remonta a los años 50, con el desarrollo de los 'tonton macoutes' del presidente François (Papá Doc) Duvalier", explica la ONG Global Initiative against transnational organized crime en un informe publicado en febrero. Entre 1957 y 1986, el dictador "Papá Doc" y luego su hijo Jean-Claude Duvalier sometieron a la población al control total de esta milicia personal. A principios de la década de 2000, las "Quimeras", partidarios armados del entonces presidente Jean Bertrand Aristide, sembraron el terror. Y hoy, "la influencia de los políticos y de los actores financieros en las actividades de las bandas es de carácter sistémico", estiman los expertos de Naciones Unidas responsables del seguimiento de las sanciones contra los líderes de las bandas en su último informe de noviembre de 2023 .
Las pandillas toman el control
La violencia de los grupos armados no es nueva en Haití, pero las pandillas que hoy asolan el país se han profesionalizado y tienen mayor poder de fuego que la policía para llevar a cabo tráficos de todo tipo o secuestros extorsivos. Desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse en julio de 2021, Haití atraviesa una profunda crisis. Bandas armadas han tomado el control de franjas enteras del país de 11.6 millones de habitantes, incluida la capital, Puerto Príncipe. De acuerdo con la ONU, más de 8,400 fueron víctimas de las pandillas el año pasado, una cifra que incluye a muertos, heridos y secuestrados. El dato representa "un aumento del 122% respecto a 2022". La violencia se ha extendido a zonas rurales aisladas "a medida que se ha erosionado la presencia del Estado", indicó Naciones Unidas. Tras meses de evasivas, en octubre el Consejo de Seguridad de la ONU acordó enviar una misión multinacional al país, liderada por Kenia, pero su despliegue sigue pendiente. A finales de febrero, otros cinco países, entre ellos Benín, habían notificado su intención de participar. El informe de la ONU estima que en Haití operan 200 pandillas, grupos organizados que usan "armas de fuego sofisticadas" y se dedican al "tráfico de armas o drogas, extorsión, secuestro, asesinato, violencia sexual y desvío de camiones". Unas 23 bandas operan en la capital y controlan el 80% del territorio.
Están agrupadas en dos coaliciones principales involucradas en guerras territoriales: la "Familia G9", liderada por Jimmy Chérizier, alias "Barbecue", y el G-Pèp. Pero varios de sus líderes se han aliado para los ataques de los últimos días contra lugares estratégicos del país, exigiendo la renuncia del primer ministro Ariel Henry. "Unirse es la única manera de que las bandas tengan una influencia a gran escala en lo que ocurre ahora en el país y en el desarrollo del próximo gobierno", explica a la AFP Robert Fatton, de la Universidad de Virginia, aunque duda de que esta alianza "oportunista" pueda mantenerse en el tiempo. ¿Quién es “Barbecue” y qué exige? Jimmy "Barbecue" Chérizier, un expolicía a quien le gusta presentarse como un revolucionario, encabeza una de las pandillas más poderosas de Haití, que no duda en atacar infraestructuras clave y pedir la cabeza de las élites. El líder de la alianza de bandas "Familia G9" es una de las figuras públicas que está detrás de la escalada de violencia de los últimos días en el país caribeño, devastado por una crisis de seguridad, humanitaria y política. "La batalla durará el tiempo que sea necesario. Seguiremos luchando contra Ariel Henry. Para evitar daños colaterales, mantengan a los niños en casa", dijo el líder pandillero en una conferencia de prensa el 1 de marzo.
Los grupos armados de Haití, que suelen estar divididos y luchan por extender sus territorios respectivos, anunciaron la semana pasada que unían sus fuerzas contra el gobierno. Desde entonces han atacado lugares estratégicos como aeropuertos, academias de policía y cárceles, de las que se han fugado miles de detenidos. "No se trata de que un pequeño grupo de ricos que viven en grandes hoteles decidan el destino de los habitantes de los barrios populares", declaró Chérizier el martes ante la prensa, rodeado de encapuchados. "Debemos unirnos. O Haití se convierte en un paraíso para todos o en un infierno para todos", añadió este expolicía de 46 años. Cherizier es un ex oficial de policía que encabeza una alianza de pandillas y trastornó al país cuando bloqueó su mayor terminal petrolera en 2022. Ha enfrentado sanciones tanto de las Naciones Unidas como del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos. Las pandillas, utilizadas a veces por las autoridades para acallar protestas en barrios populares, "sacaron a víctimas, incluidos niños, de sus casas para quemarlas, desmembrarlas y darlas de comer a los animales", describió el Departamento del Tesoro estadounidense a finales de 2020, cuando decidió sancionar a Chérizier. Según esa misma fuente, el líder pandillero recibió el apoyo de dos altos cargos del gobierno del presidente Jovenel Moïse, asesinado en julio de 2021 en Puerto Príncipe.
Barbecue, adepto de publicar videos en redes sociales, rechaza las acusaciones en su contra. "No soy un gángster, jamás seré un gángster", declaró en 2021 durante una entrevista con el canal Al Jazeera, al que dijo que lucha "por otra sociedad". Evacúan embajadas La capital haitiana, Puerto Príncipe, continúa sumida en un espiral de violencia desatada por pandillas armadas, ante lo cual Estados Unidos, Alemania y miembros de la delegación de la Unión Europea (UE) iniciaron el domingo la evacuación de parte de su personal. "El aumento de la violencia de las pandillas en las proximidades de la embajada de Estados Unidos y del aeropuerto ha llevado al Departamento de Estado a hacer arreglos para permitir la salida de personal adicional" de la sede diplomática, escribió la embajada estadounidense en la red social X. Más temprano, portavoces militares estadounidenses dijeron que se había "realizado una operación para aumentar la seguridad" de la Embajada de Estados Unidos en Puerto Príncipe. El embajador de Alemania en Haití, así como otros diplomáticos europeos, abandonaron Puerto Príncipe el domingo, informó el Ministerio de Relaciones Exteriores en Berlín. "Debido a la muy tensa situación de seguridad en Haití, el embajador alemán y el representante permanente en Puerto Príncipe partieron hoy a República Dominicana junto a representantes de la delegación de la UE (Unión Europea)", dijo un portavoz del ministerio a la AFP. Con información de AFP y Reuters
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