¿Qué sigue tras la muerte del presidente de Irán? Así será la sucesión

El deceso repentino de Ebrahim Raisi en el choque de su helicóptero abre interrogantes sobre la continuidad de sus políticas de línea dura y sobre quién ocupará su puesto.

¿Qué sigue tras la muerte del presidente de Irán? Así será la sucesión

Irán declaró este lunes cinco días de luto por la muerte , en un accidente de helicóptero de su presidente , Ebrahim Raisi , un ultraconservador en el poder desde hacía tres años y que era considerado uno de los favoritos para suceder al ayatolá Ali Jamenei, líder supremo. La muerte de Raisi, de 63 años, abre un periodo de incertidumbre política en Irán, en un momento en el que la región está sacudida por la guerra en la Franja de Gaza entre Israel y el movimiento palestino Hamás, un aliado de la República Islámica.

El gobierno de Irán aseguró en un comunicado que el deceso en un accidente de helicóptero del presidente del país, Ebrahim Raisi, no provocará "la mínima perturbación en la administración" de la República Islámica. "El presidente de pueblo iraní, trabajador e infatigable (...), ha sacrificado su vida por la nación", dijo el gobierno. "Aseguramos a la nación leal que, con la ayuda de Dios y el respaldo del pueblo, no habrá la mínima perturbación en la administración del país", agregó. El gobierno celebrará este lunes una "reunión de urgencia", informó la agencia oficial IRNA, sin dar detalles sobre la hora y el orden del día. ¿Quién es el sustituto de Ebrahim Raisi? La Constitución prevé que el primer vicepresidente, Mohammad Mokhber, remplaza al presidente fallecido hasta la organización de una nueva elección en un plazo máximo de 50 días. El artículo 131 de la Constitución de la República Islámica estipula que "en caso de fallecimiento, destitución, dimisión, ausencia o enfermedad del presidente durante más de dos meses", el "vicepresidente primero asumirá los poderes del presidente”. Este proceso debe contar con "la aprobación del guía supremo", afirma el artículo, ya que el ayatolá Alí Jamenei es la máxima autoridad del país y su jefe de Estado. El futuro presidente interino, Mohammad Mokhber, de 68 años, fue nombrado por Ebrahim Raisi vicepresidente primero en agosto de 2021, tras las elecciones presidenciales.

Nació en Dezful, en la provincia suroccidental de Juzestán, donde ocupó varios cargos oficiales. También ha sido director de empresa y preside la Fundación de la Orden del Imán (Setad) desde 2007. Esta fundación se creó a finales de la década de 1980 para gestionar las propiedades confiscadas tras la Revolución Islámica de 1979. Con los años, se ha convertido en un importante conglomerado económico estatal con participaciones en diversos sectores, entre ellos el de la salud. ¿Cuándo serán las elecciones? Irán anunció este lunes que convoca elecciones presidenciales el 28 de junio , informaron medios estatales tras la muerte del presidente Ebrahim Raisi en un accidente de helicóptero. "El calendario electoral fue aprobado en la reunión de los líderes del poder judicial, el gobierno y el Parlamento", indicó la televisión estatal. "Según el acuerdo inicial del Consejo de Guardianes, se decidió que las 14º elecciones presidenciales se celebren el 28 de junio". Desde la revolución de 1979, el presidente es electo por un mandato de cuatro años, con posibilidad de reelección por un segundo mandato consecutivo. Secundado por varios vicepresidentes, el presidente nombra y dirige el Consejo de ministros ya que el puesto de primer ministro no existe en el sistema político iraní. ¿Qué pasará con la sucesión del líder supremo? Raisi, de 63 años, protegido de Jamenei y que fue ascendiendo en la teocracia iraní, era considerado el principal candidato a suceder al líder supremo de 85 años.

Su ascenso a la presidencia formaba parte de una consolidación del poder en manos de los partidarios de la línea dura, dedicados a apuntalar los pilares de la República Islámica frente a los riesgos que plantean la disidencia en el país y los poderosos enemigos en una región turbulenta. Raisi había contado con el apoyo incondicional de Jamenei, que ocupó el cargo de presidente antes de convertirse en líder supremo en 1989, tras la muerte del fundador de la República Islámica, el ayatolá Ruhollah Jomeini. El líder supremo ostenta el poder supremo en Irán, actúa como comandante en jefe de las fuerzas armadas y decide la orientación de la política exterior, definida en gran medida por la confrontación con Estados Unidos e Israel. Aunque Jamenei no ha designado a un sucesor, los observadores de Irán afirman que Raisi fue uno de los dos nombres más mencionados; el segundo es el segundo hijo de Jamenei, Mojtaba, de quien se cree que ejerce influencia entre bastidores. Raisi, respaldado por un grupo que quería verle convertido en líder Supremo, deseaba claramente ese rol, dijo Vali Nasr, profesor de Estudios sobre Oriente Medio y Asuntos Internacionales en la Escuela John Hopkins de Estudios Internacionales Avanzados. "Ahora no tienen candidato, y eso abre la puerta a que otras facciones u otras figuras surjan como serios aspirantes", dijo. ¿Qué se espera de la diplomacia iraní?

Para Raisi, un clérigo chií de rango medio, la presidencia había sido un vehículo para llegar al liderazgo supremo. "No hay ningún otro candidato en este momento (con) ese tipo de plataforma y por eso las elecciones presidenciales en Irán, se desarrollen como se desarrollen, serán la primera decisión sobre lo que viene después", dijo Nasr. Las opiniones de Raisi coincidían con las de Jamenei en todos los temas importantes y aplicaba las políticas del líder encaminadas a afianzar el poder clerical, reprimir a los opositores y adoptar una línea dura en cuestiones de política exterior, como las conversaciones nucleares con Washington, según dos fuentes internas iraníes. Un ex funcionario iraní dijo que se espera que poderosos actores, incluidos los Guardianes de la Revolución y clérigos influyentes en Qom, intensifiquen ahora sus esfuerzos para dar forma al proceso por el que se elige al próximo líder supremo. "La muerte de Raisi es un impacto para el establishment, que ahora no tiene otro candidato", dijo el funcionario, que añadió que aunque se creía que Raisi había sido preparado para suceder a Jamenei, nadie sabía con certeza cuáles eran sus intenciones. El negociador del programa nuclear iraní, Ali Bagheri, fue nombrado canciller interino, tras la muerte del ministro Hossein Amir Abdolahian, de 60 años, que también viajaba en el aparato.

Los analistas pronostican una forma de continuidad, sobre todo porque este ámbito está en manos del ayatolá Jamenei y del muy opaco Consejo Supremo de Seguridad Nacional. "Podría emerger un sucesor igual de conservador y leal al sistema como Raisi", estima Ali Vaez, especialista de Irán en el International Crisis Group. "En materia de política extranjera, el guía supremo y el cuerpo de los guardianes de la revolución islámica (el arma ideológica del régimen) mantendrán el control de las decisiones estratégicas", señaló en la red social X el analista. Vaez prevé "más continuidad que cambios (...) en un período de incertidumbre y de desafíos importantes frente a Estados Unidos y en la región". Farid Vahid, experto en Irán en la Fundación Jean Jaurès, explica que "Raisi estaba totalmente en fase con los Guardianes de la Revolución", lo que les "dejaba mucho margen y libertad en la región". Con Raisi, "la toma de decisión era muy fluida porque estaba totalmente sometido al Guía Supremo", añade. "La cuestión para los conservadores iraníes será encontrar a alguien que será elegido (...) y que no cause demasiados problemas”. La muerte de Raisi se produjo en un momento de enormes tensiones entre Irán e Israel, con la guerra en la Franja de Gaza que estalló el 7 de octubre como telón de fondo. La situación empeoró el 13 de abril, cuando Irán lanzó un ataque inédito contra Israel, con 350 drones y misiles, de los cuales una mayoría fueron interceptados con ayuda de Estados Unidos y otros países aliados. ]]>