El descontento contra Netanyahu crece en Israel

Cada vez más israelíes muestran su desacuerdo con el gobierno y exigen desde el retorno de los rehenes que continúan en la Franja de Gaza hasta elecciones.

El descontento contra Netanyahu crece en Israel

Benjamin Netanyahu, el primer ministro de Israel, enfrenta un descontento cada vez mayor no solo en el exterior, sino también dentro de su mismo país. Las voces criticas hacia el gobierno y su respuesta a los ataques del 7 de octubre aumentan mientras las operaciones militares en Gaza continúan ante las advertencias de la comunidad internacional. Una serie de ataques de Hamás en el sur de Israel el 7 de octubre dejó cerca de 1,160 muertos, en su mayoría civiles, según un recuento de la AFP a partir de datos israelíes.

Durante el asalto, los combatientes islamistas capturaron también a 250 personas. Las autoridades israelíes estiman que unas 130 siguen retenidas en Gaza, de las cuales 32 habrían muerto. “Tenemos un primer ministro nefasto que va intentar que la guerra sea interminable porque en el momento en el que termine, caerá su cabeza, espero”, dice Claudio Blinder, habitante del kibutz Mefalsim, una de las aldeas atacadas por Hamás el 7 de octubre. Blinder vive con su familia y decenas de familias más en un hotel en Herzelyia, una ciudad costera cercana a Tel Aviv. A diferencia de lo que pasó en otros kibutz, Msefalsim salió prácticamente intacto de los ataques, pero tanto Blinder como Galia Sopher, una mujer de origen mexicano que también vivía en esta aldea, relatan que fue más por una serie de coincidencias afortunadas que por la acción del ejército israelí, que llegó muchas horas después de los ataques. “Lo del 7 de octubre quebró la confianza en nuestras instituciones”, dice Sopher. Las protestas toman las calles de Israel Miles de personas llenan cada semana plazas en varias ciudades de Israel, como Tel Aviv, Jerusalén y Haifa, para exigir el regreso de los rehenes secuestrados por Hamás. Pero estas marchas poco a poco toman más tintes antigubernamentales. En Tel Aviv, la mayoría de las personas llevan pancartas por el rostro de los secuestrados. En la protesta del 9 de marzo, se hizo énfasis en el retorno de las rehenes mujeres, pues aún 19 de ellas permanecen en la Franja de Gaza.

"Este gobierno no puede permanecer en el poder después de lo que pasó el 7 de octubre", sostiene Shahi Gil, un piloto de 50 años. "No tienen la confianza del pueblo, sus motivaciones se guían por la voluntad de quedarse en el poder, no por lo que es bueno para el país", añade. Netanyahu, acusado de fraude y corrupción, deberá comparecer ante la justicia cuando deje el poder, recordaron muchos de los presentes. "¡Elecciones! ¡Ahora! ¡Ahora", "¡Vergüenza! ¡Vergüenza! ¡Vergüenza al gobierno!", coreó la multitud durante la protesta, que terminó con algunas tensiones con la policía, que usó cañones de agua para dispersar a los manifestantes. "Bibi (el apodo por el que se conoce a Netanyahu) no tiene interés por los judíos o por los árabes, sólo está interesado por sí mismo", gritó una mujer desde una tribuna. La guerra en Gaza, sin embargo, genera diversas opiniones. Algunos se muestran a favor de un alto al fuego inmediato para que se libere a los rehenes. Otros, como Shahi Gil, creen que hay que ir más allá. "Tenemos que encontrar una solución con los palestinos, no con Hamás sino con los que están a favor de la paz o al menos de una coexistencia", dice. "No tenemos opción", añadió Israel Alva. "No hay que empezar una guerra si no hay proyecto político detrás", reflexiona. Daniel Goldrich, un músico de 23 años, opina que es "difícil" pronunciarse. "Queremos que regresen los rehenes y después necesitamos paz, necesitamos tranquilidad", dice.

Un reclamo viejo Las protestas contra Netanyahu surgieron mucho antes del 7 de octubre. El año pasado se caracterizó por las manifestaciones multitudinarias contra la propuesta de reforma judicial promovida por el primer ministro que, de acuerdo con sus críticos, debilitaría al poder judicial. Las protestas se prolongaron pos 30 semanas. El gobierno de Netanyahu, formado en diciembre de 2022 con el apoyo de partidos de extrema derecha y formaciones ultraortodoxas judías, trata de aprobar una reforma judicial que busca aumentar el poder del Parlamento sobre el de la Corte Suprema. El Ejecutivo considera que la reforma es necesaria para asegurar un mejor equilibrio de los poderes. Pero sus detractores, en cambio, piensan que la nueva normativa podría empujar el país hacia un modelo autoritario. Amplios sectores de la sociedad israelí, no solo la izquierda sino también desde el centro liberal, veían esa reforma como una amenaza a la democracia, ya que permite que un amplio control del Ejecutivo sobre la Justicia, al poder elegir los jueces, además de la "cláusula de anulación", por la que el Parlamento podría revertir fallos del Supremo. La crisis se extendió incluso al ejército israel: los líderes de las protestas declaraban en julio de 2023 que miles de reservistas voluntarios no se presentarían a filas si el gobierno seguía adelante con los planes, y antiguos altos mandos advirtieron de que la preparación bélica de Israel podría estar en peligro. Con información de AFP

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